La confección del legado

Mintz cuenta en la introducción de Los anarquistas de Casas Viejas: “A menudo era más difícil superar la reserva de los anarcosindicalistas que habían participado en los acontecimientos. Ellos habían padecido la represión y se mostraban aprensivos. Mi principal guía y profesor en las maneras del “campo” y del anarquismo rural era José Rodríguez Quiros, conocido por el apodo de Pepe Pareja.

Mi primera conversación con Pepe Pilar (el apodo de José González Pérez) no ocurrió hasta que regresé a Casas Viejas en 1969, después de tres años de ausencia... En realidad, él había mostrado sus sospechas y se me había escurrido cada vez que me acercaba a él. Ahora me dijo que sabía de mi amistad con ciertas personas y que deseaba hablar conmigo, pero no en la calle. Con el tiempo, supe que Pepe había sido miembro de la Juventud Libertaria y que fue uno de los tres supervivientes que habían estado en los cuarteles de la guardia civil el día del alzamiento. A causa de su papel en los sucesos, Pepe pudo confirmar o refutar muchas de mis especulaciones… Contarme sus experiencias comportaba ciertos riesgos. Que yo sepa, en dos ocasiones la guardia civil llamó a individuos a sus cuarteles para interrogarles sobre mis actividades…

Con el tiempo aprendí el estilo indirecto andaluz. Nunca había conocido a José Monroy, quien pasaba la mayor parte del año en Valencia… Una mañana en la calle San Juan, entre un grupo de hombres charlando en la calle enfrente de un café, viendo a un desconocido apoyándose en un bastón, supe inmediatamente que era Monroy. En este encuentro público nos ignoramos el uno al otro. No hubo saludos, preguntas, ni presentaciones. Pasé por delante del grupo sin pararme, atravesé el pueblo, di un rodeo y fui a la casa de Pepe Pareja utilizando un camino distinto. A los diez minutos, José Monroy había subido la cuesta para verme, y los dos nos abrazamos sin decir una palabra".

Este documento del Smithsoniam es una prueba de ello y te puede servir para hacer una recreación en vídeo.

Desgraciadamente, la inmensa mayoría de los que contribuyeron, a que el libro Los anarquistas de Casas Viejas fuera posible, han muerto. Pepe Pilar, tan bravo y tan maltratado, Juan Rodríguez (conocido como el Sopas) acusado de traición; José Monroy, quien fue líder a su pesar, Juan Pinto, que creía que su hermano había sido fusilado en su lugar…

En cuanto al carnaval, que es el tema que nos ocupa en este caso, hay que destacar y así lo hace Jerónimo, la colaboración de Manolo Lago, Jesús Mañez, Pepe Colmena.... ellos son quienes les ayudan en Benalup a desentrañar las complejidades de este mundillo; en Cadiz lo harán Paco Rosado o Alberto Ramos o Diego Caro en Trebujena, entre otros.

La metodología empleada en la realización de la investigación, como forma de superar las dificultades también ayudan a comprender al personaje y su trabajo: James W. Fernández, de la Universidad de Chicago ha calificado la forma de trabajo de Jerome R. Mint como de presencia etnográfica paciente y empática. En efecto, Jeronimo vive con los campesinos de Benalup Casas Viejas durante mucho tiempo. Un año entre 1965 y 1966 viviendo en una pensión llamada de Luisa Luna, en el patio Varelo, situada en la calle San Juan, (este patio todavía existe). De esta primera época son sus amistades con la familia de Pepe el mecánico. Dos años entre 1969 y 1971, viviendo en una casa que le alquiló a Pepito Fernández en la calle San Francisco. Un verano en 1973, alquilando una casa en la calle Fuentes, cerca de la antigua escuela de niñas. En 1979 se hospedó en la pensión de Alfonsito el de Pérez y en 1985 pasó la familia otra temporada en el pueblo, viviendo en la barriada la Diputación. A estas largas temporadas que pasó en el pueblo hay que unirle una cordial y estrecha relación con bastantes familias benalupenses. Entre sus amigos podemos destacar a Pepe Pareja y señora que fueron una especie de Cicerones en sus investigaciones anarquistas, Carmen García, Pepe el mecánico y familia cuya relación fue de una inmensa amistad, la cual se conserva en la actualidad. Jesús Mañez le introdujo en el mundo del carnaval y se mantuvieron en contacto por cartas mucho tiempo, cuando ya la leucemia le impedía volver a Benalup. Miguel Pavón, Juan Pinto, Pepe Pilar …charlaban frecuentemente con él, haciendo muchas visitas al campo para grabar declaraciones sobre los Sucesos de Casas Viejas. Pedro Montes de Oca, Demetrio Mateos, Juan Moreno, Isabel Vidal Quiros, Pepe “Bullas”… compartieron también muchos momentos, filmando Jerome sobre sus experiencias vitales. Experiencia que están recogidas en sendas películas. Los hermanos Grimaldi fueron otro nexo de unión, en su huerta se hicieron muchos “guisotes”, siendo el inicio de confidencias y amistades que luego darían el fruto adecuado. No cabría aquí la lista de amigos de Mintz en el pueblo y esperemos que nadie se moleste por no haberlo citado. Al margen de ello, Mintz intentaba agradar a todo el mundo, fotografiaba a todo el que le daba permiso, ofrecía las fotos, algún regalo… En definitiva, su relación empática y agradable con el pueblo benalupense fue un hecho buscado y al mismo tiempo sobre venido. Pero Mintz no buscaba esa relación agradable y empática con todo el mundo. Fijó sus objetivos en los campesinos y descendientes de campesinos, dejando a un lado la pujante clase media que empezaba a florecer en la localidad. James W. Fernández antropólogo americano, que le conoció y trabajo con el, opina que ello no fue debido a que Mintz militara en posiciones ideológicas anarquistas (no militaba), sino que se sentía atraído académicamente por este tipo de personas. Le fascinaban los movimientos que se basan en una visión clara y decidida de depurar las relacionar humanas, eliminado el ánimo de lucro, el poderío, el interés propio. Su otro gran tema de estudio el Hasidismo Judio tiene las mismas características, tanto el Hasidismo como el anarquismo buscan la pureza en la condición humana. En ambos casos el Hasidismo y el anarquismo fueron estudiados de la misma forma. Mintz vivió con esas comunidades y se relacionó con ellas desde el respeto, la admiración y la comprensión mutua. Él mismo dijo que su experiencia estudiando a los Judíos jasídicos había facilitado su estudio del anarquismo español. A eso es lo que se refiere James W. Fernández con lo de la presencia etnográfica paciente y empática. Decía Carla en un correo: “ Mi mamá dice que mi padre siempre decía que nunca se sintió tan cómodo en EEUU en la relación con la gente, como se sintió en Benalup. El se sintió plenamente aceptado y muy contento de poder comunicarse con ellos, sintiendo una gran admiración por la gente del pueblo” Mucha gente se preguntaba como a raíz de 1986 Mintz pierde el contacto con Benalup y no vuelve. Ello se debió a que en esa fecha enfermó de leucemia linfática. Pero con el material que tenía y con los contactos epistolares que mantiene, por ejemplo con Jesús Mañez, escribe “Coplas de carnaval y Sociedad Gaditana”. Un libro que demuestra que pese a su enfermedad seguía en permanente contacto con nuestro pueblo. Un estudio que viene a confirmar lo del cazador cazado. Y es que la relación con Benalup Casas Viejas solo se rompe el 22 de noviembre de 1997, cuando le llega la muerte.

Sobre las dificultades de la creación del legado y su salida a EEUU puedes hacer un vídeo o una recreación. En este enlace tienes información. También puedes ponerte en contacto con las hijas de Juan Moreno.